N O G R A D A M I U N
La maldición de las piedras
Capítulo 2: El edificio
Pensé que entre antes me
presentara a la cita antes volvería al apartamento y terminaría la novela para
mañana. Así que, me levanté del escritorio y me duché para cambiarme de ropa y
salir sin demora. Por consiguiente, salí del apartamento y bajé hasta el sótano
donde estaba estacionado como de costumbre mi humilde vehículo, dicho vehículo
que, para que tú lo entiendas, no sorprendería a ninguna mujer. Sinceramente,
no estaba de ganas para ir a ningún lado, el clima actual era ideal para
pasarla en casa abrigado, con chocolate caliente y una película de dibujos
animados. Sin embargo, no tenía otra alternativa, quiero decir, sí la tenía,
pero no me parecía de buen gusto no ayudar a mi abuelo, no después de todo lo
que ha hecho por mí. Gracias a él, reuní lo suficiente como para pagarme los
estudios, el carnet de conducir y los primeros meses de comunidad de mi edificio.
Además, me ayudó tanto como pudo para conseguirme un puesto de trabajo en
aquello para lo que había estudiado durante tantos años, programador de
videojuegos en una empresa de juegos de aventura gráfica llamada Blukoón. Por
desgracia, la empresa no es tan conocida como otras, de hecho, no hacía más de
dos años de su apertura y desde entonces ha trabajado en un único videojuego.
De poco éxito si te interesa saber. Por ese motivo, el sueldo no es tanto como
deseara pero, tengo la esperanza de que con el tiempo ganaré lo suficiente como
para permitirme el lujo de cumplir algunos de mis sueños. Por otro lado, tengo
a la venta algunos de mis libros y pizco a pizco me ayudan a llegar a fin de
mes. Aunque para ser sinceros, si no fuera por mi trabajo actual, no tendría
otra que volver a vivir bajo el mismo techo que mi abuelo. Que no me desagrada
tampoco pero, no tengo edad para que me mantenga nadie y mucho menos un pobre
pensionista.
Calle
soledad veintiuno – 00:16 de la noche (California)
Volviendo al tema que verdaderamente importa, llegué
tiempo más tarde a mi destino, estacioné el vehículo delante del edificio
señalado en la nota y bajé del coche. No se oía un alma, nadie caminaba por la
zona y todas las luces de las ventanas
estaban apagadas. Luego entendí porqué. Miré mi reloj de pulsera y la hora que
marcaba me dejó impresionado. Gracias a que, según mi abuelo, el restaurador
estaba dispuesto a recibirme antes de la una y, el reloj, señalaba las doce y
dieciséis minutos. Podría haber llegado más temprano pero no había caído en los
lejos que estaba la casa hasta que entré en la calle. No podía perder más
tiempo si lo que tenía en mente era terminar hoy la obra para la editorial, así
que, subí las escaleras del portal y me detuve ante el telefonillo del edificio.
Busqué el piso del restaurador y, cuando lo localicé, pulsé el botón y esperé a
que respondiera o directamente abriese la puerta. Por alguna razón, nadie
contestó ni abrió la puerta. Lo volví a intentar por segunda vez y esperé, pero
más de lo mismo, daba la impresión de que no había nadie en casa. La única
manera de entrar en el edificio era que cualquiera de los propietarios abriese
la puerta desde su apartamento o, en otro caso, saliese casualmente. La
posibilidad de que alguien saliese del edificio era poca teniendo en cuenta el
horario pero, eso no quería decir que alguien no estuviera despierto aún. Así
que, solo tenía la opción de llamar a cualquiera de los pisos y rogar que me
abriesen la puerta. Claro que, me arriesgaba a que me tiraran figuras por la
ventana o me trataran de forma vulgar. Aún así, no me quedaba de otra y debía
arriesgarme. Llamé al octavo piso y esperé.
- ¿Sí? ¿Quién es? – Contestó un hombre.
- Buenas noches. Discúlpeme si le molesto pero
necesito con urgencia que me abra la puerta del portal –
- ¿Y por qué iba yo abrirle la puerta a un
desconocido? ¿Es usted policía? – Preguntó.
- No – Dije.
- ¿Es usted del cuerpo de bomberos? –
- No, me temo que no –
- ¿Es propietario del edificio? – Prosiguió.
- No, de haber sido propietario tendría mis propias
llaves, ¿no cree? –
- Entonces, ¿quién demonios es usted? –
- Me llamo Niko Vilianne. Soy programador de
videojuegos y estoy aquí para visitar a un restaurador que vive en el piso
nueve – Dije.
- ¿Y por qué me molestas a mi entonces? –
- Porque he llamado a su portero pero no contesta –
- ¿Se le he ha ocurrido pensar que igual no se
encuentra en casa? – Insistió.
- No es posible, habíamos quedado antes de la una –
- Habrás entendido mal o tal vez te hayas equivocado
de piso –
- Estoy seguro de que no. ¿Piensa abrirme la puerta
en algún momento de la conversación? – Pregunté.
- Ni loco te abriría la puerta. No se te ocurra
volver a molestarme o llamaré a la policía –
- No se preocupe, prometo que no volveré a
molestarle –
El propietario del octavo piso no iba ayudarme a
entrar en el edificio por mucho que le suplicara, iba a tener que intentarlo en
cualquier otro piso. Llamé al tercer piso y esperé.
- ¿Diga? – Contestó una mujer.
- Buenas noches. Soy Niko Vilianne, me he dejado las
llaves del portal en mi casa y a estas horas de la noche nadie quiere abrirme
la puerta, ¿podría ayudarme usted? –
- ¿Niko Vilianne? No me suena su nombre. ¿No será
usted un ladrón de casas, no? – Comentó.
- ¡No, no! Soy programador de videojuegos. Solo
quiero entrar en mi casa, ¿va a ayudarme o no? –
- No lo sé, no me fio de usted. ¿En qué apartamento
dice que vive? –
- Eh…en el cuarto piso –
- ¿Cuarto piso? ¿Qué letra? –
- Cuarto b –
- ¿Cuarto b? Ahí vive la señora Monserrot –
- Eh…sí, lo sé, yo soy su hijo –
- ¿Te estás quedando conmigo? La señora Monserrot no
puede tener hijos, es parapléjica de nacimiento – Dijo.
- ¿He dicho su hijo? Quería decir…su sobrino –
- Eso es imposible, su sobrino lo perdió hace unos
meses en un accidente de coche -
Doce pisos y he tenido que coincidir con la
propietaria que se sabe la vida del resto. Vaya suerte la mía.
- Olvide lo que le he dicho. ¿Me hace el favor de
abrirme la puerta? –
- ¿Para qué robes a cualquiera de nosotros y caiga luego
sobre mi conciencia? –
- No voy a robar a nadie, ya le dicho que… -
- Lárguese enseguida o me veré obligada a llamar a
la policía – Amenazó.
- No hará falta que lo haga. Buenas noches –
Tenía que conseguir entrar de un modo u otro en el edificio,
de momento no había tenido suerte pero no podía rendirme a la primera de
cambio, debía de continuar intentándolo si quería hacerme con la piedra y
volver a mi casa cuanto antes. Llamé al décimo piso y esperé.
- ¿Si? –
- Buenas noches. Soy el repartidor de pizzas – Dije.
- ¿Repartidor de pizzas? Yo no he pedido ninguna
pizza, ha debido de equivocarse de piso –
Piensa Niko, piensa…
- Eh…sí, pero resulta que es usted uno de los
mejores clientes y la empresa ha decidido premiarle con dos pizzas tropicales –
Podría habérseme ocurrido otra cosa pero…ponte tú en
mi lugar.
- ¿Cómo es posible? Ni siquiera me gusta la pizza –
- ¿Ah, no? – Dije.
- No, de hecho, de gustarme no se me ocurriría nunca
pedírmela con frutas –
Estaba claro que no iba a conseguir nada haciéndome
pasar por repartidor de pizzas. No con este por lo menos.
- En ese caso no le molestaré más. Disculpe las
molestias –
- No hay problema – Terminó.
Estaba agotándoseme la paciencia, el tiempo estaba
corriendo deprisa y en menos de nada iba a perder la oportunidad de encontrarme
con el restaurador. Lo intentaré por última vez y, en caso de volver a
fracasar, llamaré a mi abuelo y le explicaré lo que ha ocurrido. Llamé al
quinto piso y esperé.
- ¿Quién llama a estas horas? – Contestó.
- ¡Felicidades! ¡Acaba de ganarse la posibilidad de
entrar en un sorteo donde podrá usted…! Bah, olvídelo, se me han acabado las
ideas. ¿Sería usted tan amable de abrirme la puerta para poder encontrarme con
un amigo? –
- ¿Y por qué no llama a la puerta de su amigo? –
Supuse que diría eso.
- El caso es que no contesta y me preocupa –
- ¿De verdad? Bueno siendo así te abriré –
- No sabe cuánto se lo agradezco -
No se imagina cuánto.
¡Me ha encantado! Está muy gracioso y me he reído mucho :D
ResponderEliminar¡Sigue así, que me está encantando! =D
Te amo =D
¡¡Gracias mi amor!! Me alegro de que te esté gustando :D
EliminarTe amo (L)
Me he reido un monton, ¡Pobre Niko! Nadie quería abrirle la puerta jajaja
ResponderEliminarEstoy intrigada por saber que pasa y porque no abre la puerta el restaurador
Saludos xx
jajaja! me alegra saber que te lo has pasado bien con este capítulo, espero volverlo a conseguir en el siguiente. Gracias por pasarte y por además comentar.
EliminarSaludos.
K mala suerte xDDD
ResponderEliminarpobrecillo, yo en su lugar me hubiera ido a la primera xD
ResponderEliminarPor cierto, me gusta mucho la cabecera que le has colocado al blog, es muy bonita, la has dibujado tu??
besos!!
Hi, Hi! Este siguiente capítulo me ha recordado a las aventuras gráficas del estilo "The Broken Sword", por esos tintes de humor mezclados con el avance de la trama.
ResponderEliminarVeremos cómo sigue ;)
Buenisimo, la paciencia que tiene el pobre con los vecinos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, ¿para cuando el siguiente capitulo?
Lena
Si, ha tenido que llenarse de mucha paciencia para poder entrar jaja. Me alegro de que te haya gustado. Publico un capítulo por semana así que supongo que para el siguiente viernes publicaré el tercero. Gracias por pasarte y por las molestias de comentar.
EliminarSaludos!
Me ha gustado, madre mía! pobre Niko para poder entrar al edificio...
ResponderEliminarA ver que ocurre en el siguiente capítulo, veo que este ha mejorado en comparación al primero^^
Un saludo!
Gracias Blankiss! Me alegra saber que me he superado porque eso no es nada fácil. Espero verte en los próximos capítulos.
EliminarSaludos!
jaja pobrecin que no le abren
ResponderEliminarPobre Niko, vaya odisea para que le abrieran la puerta jajaja Me intriga saber qué tipo de piedra es esa...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Nimue
No lo ha tenido nada fácil jajaja! Y lo que le espera en el resto de la aventura!! Gracias por pasarte y me alegro de que te haya gustado. Espero verte en los próximos capítulos.
EliminarSaludos!
Hola!!!
ResponderEliminarEsta genial la historia y este capitulo ha sido bastante divertido! sigue asi y aqui tienes una seguidora mas!!
Un beso!
Buenas!! ¿Te lo has pasado bien? eso es lo que importa :D Gracias por haberte pasado y tener el interés de comentar.
EliminarSaludos y bienvenida a mi página.
Jajajajajajajajaja. Es muy bueno, tienes una imaginación genial. La parte que más me ha gustado ha sido la última cuando ya se le agotaron las ideas. Me ha gustado de verdad, me he reído un montón :D
ResponderEliminar+1!! Y nos vemos en el siguiente capítulo! ^^
¡Nos leemos!
Jajaja! ¡Me alegro de que te lo hayas pasado bien con este capítulo! Y si, supongo que de imaginación no ando corto para este tipo de historias jeje, lo que se me hace difícil es expresarlo. Gracias por haberte pasado Cristina y por molestarte en comentar.
EliminarSaludos!!
Te he nominado al premio Libiester Adward Mas info en mi blog http://perfectamenteimperfectatextos.blogspot.com.es/2013/10/libiester-adward.html
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